CORRUPCIÓN
Por Teodoro Rentería
Arróyave
COMENTARIO
A TIEMPO
La corrupción en México se da en todos los niveles y
en todos sus órganos de gobierno y ahora más por su conexión con el crimen
organizado, fenómeno de penetración que se dispara a partir del 2000 con la
llegada de la derecha al poder.
Si bien es cierto que los estudiosos de la materia
arguyen que tal degeneración en la cosa pública viene desde la Colonia, es de
aceptarse que se ha convertido en el más lacerante problema de gobernabilidad y
por tanto el mayor reto de la administración del presidente, Enrique Peña
Nieto.
Se dice, que solo se toman medidas o se actúa cuando “llega
el fuego a los aparejos”, o lo que es lo mismo, “se tapa el pozo después del niño
ahogado”. Eso es precisamente lo que les ha pasado a todas las fuerzas
políticas representadas en el Congreso de la Unión.
Tenían que darse los sangrientos episodios en Iguala y
Acapulco, Guerrero, para que se acordaran que yace en la Cámara de Diputados
una iniciativa de Ley Anticorrupción, presentada por el Jefe del Ejecutivo
desde principio de sexenio y aprobada a la mitad, es decir, por la
colegisladora, Cámara de Senadores.
El problema estriba, en que los sucesos de Guerrero han
embarrado a todos los partidos, en esas circunstancias, el ataque entre esos partidos
para repartirse culpas resulta una imprudencia porque se revierten ipso, es
como escupir para arriba.
Los partido de izquierda, el de la Revolución
Democrática y Morena, no encuentran lejía consistente para lavarse las cara;
para nadie es un secreto que los líderes de ambos institutos políticos apoyaron
a los funcionarios o ex funcionarios señalados como presuntos autores
intelectuales de la masacre de Iguala.
Lo de Acapulco es un caso de corrupción interpartidista,
el secretario general municipal del Partido Acción Nacional, PAN, Braulio
Zaragoza Maganda fue asesinado por sus propios correligionarios por disputas de
poder.
Ante estos hechos y el panorama de corrupción que
priva en los tres órdenes de gobierno y en su tres niveles, ahora en forma
apresurada nos sale el presidente interino del PAN, Ricardo Anaya Cortés, con
una iniciativa de Ley Anticorrupción, no obstante que desde que ocupó la
presidencia de la Cámara baja recibió la minuta de la presentada por Peña
Nieta, después de ser aprobada por el Senado de la República.
La maña, es de todos conocida, si una iniciativa no
parte de tus propias filas partidistas, déjala dormir en cualquier cajón de
escritorio. No tienes que hacerle el caldo gordo a los de enfrente.
Ahora, ante el ambiente de caos, donde la mugre de la
corrupción y la complicidad con el crimen organizado salpican por igual, todos
quieren poner un coto a este flagelo que va desde investigar a los posibles
candidatos a puestos de elección popular, hasta las entrañas mismas de los
órganos de gobierno.
Bienvenidas todas las iniciativas, siempre y cuando en verdad tiendan a revertir el flagelo.
Y no nos cansaremos de repetirlo: nos negamos a aceptar que sea parte de la idiosincrasia
del mexicano, es sólo de los corruptos, ladrones y asesinos, los cuales, afortunadamente
son los menos; por desgracia la impunidad los dimensiona para infortunio de
toda la nación.
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional
de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la
Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y
vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos,
FAPERMEX, y miembro del Consejo Consultivo del Club Primera Plana. Agradeceré
sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la
República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
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