SED DE JUSTICIA

Por Teodoro Rentería Arróyave
29 de abril de 2008

Le asiste la razón el presidente Felipe Calderón Hinojosa cuando afirma que en la mayoría de los mexicanos existe la percepción de que la justicia en el país, no es pronta ni expedita, de acuerdo, era la misma percepción del asesinado candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional, Luís Donaldo Colosio Murrieta, cuando en aquel discurso que se volvió memorable del Monumento a la Revolución, dijera que veía un México con sed de justicia. Su propio magnicidio es prueba irrefutable de la descomposición de los órganos encargados de la procuración y administración de justicia.

El presidente Felipe Calderón Hinojosa, al reconocer tal desgaste en todo el aparato judicial del país, llamó a los tres poderes de la unión y niveles de gobierno a actuar bajo una misma visión para que en México se combata la inseguridad y se consolide la aplicación del estado de derecho. El jefe del Ejecutivo, habló así en el congreso “El Sistema de Justicia Penal en México, Retos y Perspectivas", que se celebró en el Colegio de San Ildefonso de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La tarea es ardua para el gobierno calderonista sí en verdad existe la decisión de revertir esta degeneración en la impartición de justicia; de ahí que se haga necesario seguir con lupa algunos casos, unos muy graves y otros que podrían ser calificados de simples, pero que de acuerdo a como se les de seguimiento podrían ser la pauta de una nueva etapa para acabar con la impunidad prevaleciente.

En Oaxaca fueron asesinadas dos humildes colegas, indígenas de la etnia Triqui, que laboraban socialmente en la Radio Comunitaria, “La Voz que Rompe el Silencio”, de Juan Copala, Oaxaca, Felicitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino de apenas 21 y 24 años de edad; con ellas suman 46 periodistas asesinados del 2000 a la fecha. Se tienen identificados a los autores intelectuales y materiales del cobarde doble asesinato y lo único que se le ocurres decir al fiscal especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, Alejandro Orellana Warco, es que está impedido de atraer el asunto porque aún no se consideran delitos federales los atentados contra los informadores. Lo dicho: tal Fiscalía es una entelequia.

Después de ser exhibido, por medio de los videos de seguridad, en el robo de 7 blackberry del equipo de funcionarios del presidente, George W. Bush, el subdirector de Coordinación y Avanzada de la Coordinación de Logística de la Presidencia de la República, Rafael Quintero Curiel, fue cesado de su cargo para que responda en forma personal a las acusaciones de las autoridades de Estados Unidos. Obvio que no basta el cese, debe de ahondarse la investigación y dar cuenta a la opinión pública de su resultado.

El gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, recibió órdenes muy superiores o se vio obligado a ofrecer disculpas por los insultos y ofensas que lanzó -con recordatorios a las progenitoras-, en contra de quienes lo han criticado por las “macrolimosnas” que ya suman más de 180 millones de pesos, que otorgó para la construcción del "Santuario de los Mártires cristeros". Digan lo que quieran, perdón señor cardenal -Juan Sandoval Iñiguez-, “chinguen a su madre”, gritaba en la Espo Guadalajara, lugar al que llegó con evidente estado de ebriedad.

Y otra de Oaxaca, elementos del Ejército Mexicano y de la Secretaria de Seguridad Pública Federal, detuvieron a 7 altos mandos de la Procuraduría General de Justicia de la entidad, entre ellos Romeo Ruiz –primo del gobernador Ulises Ruiz Ortiz–, quienes están presuntamente relacionados con la desaparición de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, a quienes el Ejército Popular Revolucionario (EPR) reclama como militantes suyos desde su desaparición, el 25 de mayo de 2007.
Es de platicarles que en días pasados fue secuestrado el tío del ex gobernador oaxaqueño, ex secretario de gobernación y actual senador panista, Diódoro Carrasco. Al día siguiente del hecho cumplió el presidente, Felipe Calderón con su gira a ese estado y se hizo acompañar por el propio Diódoro, a quien Ulises considera su peor enemigo, algo se platicó en la gira presidencial, puesto que un día después, como de magia, apareció el ingeniero, David Palacios García.
Coincidimos con Diódoro Carrasco al reconocer que toda esta situación de inseguridad y de zozobra que vive la población, representa un enorme reto para las instituciones y para los tres niveles de gobierno, en efecto el combate a la inseguridad, es una preocupación social, que debe atender como prioridad, en primerísimo lugar el presidente Calderón Hinojosa: De su decisión política depende que nuestro país deje de ser el paraíso vergonzoso de la impunidad. El aforismo es válido: México tiene sed de justicia.

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