VENGANZAS

Por Teodoro Rentería Arróyave
Miércoles 23 de mayo de 2007

Hace seis años, en su costumbre de no ganar sino arrebatar, Vicente Fox Quesada alcanzó su primera victoria al hacer triunfar a Patricio Patrón Laviada como primer gobernador panista de Yucatán. Se dice que la derrota en los comicios del avezado político peninsular, Víctor Cervera Pacheco fue la causante de su prematura muerte. Hoy, en implicaciones políticas diferentes, también ganó el presidente en turno, Felipe Calderón Hinojosa, puesto que de la debacle panista en Yucatán no se repondrá el líder nacional del blanquiazul, Manuel Espino Barrientos, hoy por hoy el enemigo público número uno del huésped de Los Pinos. Además, dos sobrinas del extinto Cervera Pacheco completaron la venganza: la priísta triunfadora, Ivonne Ortega Pacheco y la ex panista y ahora ex candidata de la Coalición Todos Somos Yucatán, Ana Rosa Payán Cervera.

Desde que se entronizó en el poder Fox Quesada, cuya campaña política que por cierto venía desde cuatro años atrás, traicionó su lucha por la democracia al intervenir en todas y cada una de las elecciones locales y federales, inclusive las últimas muy cuestionadas federales que llevaron a la primera magistratura a Calderón Hinojosa, como ha quedado documentado y probado con declaraciones, aunque fuera de tiempo y a toro pasado, como las del ínclito presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde Ramírez, al aceptar que la intromisión del Guanajuatense complicaron el proceso electoral.

En efecto, la primera intervención directa en comicios estatales y municipales de Fox Quesada, para ampliar el dominio del Partido Acción Nacional, ya obtenida la Presidencia de la República, la llevo al cabo en Yucatán, en aprovechamiento del calendario electoral del país. No obstante que todas las encuestas hacían favorito a Víctor Cervera Pacheco, ganó en unas contaminadas elecciones de estado el candidato blanquiazul, Patricio Patrón Laviada. Primero fue una campaña de desgaste al precandidato priísta, porque ya antes había sido gobernador interino, sin embargo logró su registro, después la intervención gubernamental fue descarada hasta llevar al gubernatura al bisoño delfín.

Fue un sexenio donde los escándalos fueron la constante. El señor gobernador se peleo con el Congreso estatal, lo mismo hizo con el Poder Judicial y hasta con las autoridades electorales que en esa entidad se denominan Instituto de Procedimientos Electorales y Participación Ciudadana, IPEPAC.

No obstante esa cauda de errores a lo largo de su Gobierno, intento repetir la receta que lo llevo al poder para imponer como su sucesor a su favorito, un político sin mayor experiencia, Xavier Abreu Sierra, primero trasgredió todas las reglas del juego en la nominación interna del PAN, al negarle la postulación a la que era sin discusión la candidata natural de su partido, Ana Rosa Payán Cervera, política peninsular con amplísima experiencia: dos veces presidenta municipal de la ciudad capital, Mérida, diputada local, diputada federal y senadora de la República. Había renunciado a la dirección general del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia DIF, cargo con el que la había premiado el presidente Calderón Hinojosa, para entrar en la contienda por la guberantura de su estado. Después renunciaría, por los agravios de Patrón Laviada, a su larga militancia panista, no sin antes advertirle al propio Gobernador que su acción le costaría al PAN el Gobierno de Yucatán. Y le cumplió.

En conclusión, si hace seis años Vicente Fox Quesada ganó con su imposición de Patrón Laviada, ahora también gana el presidente en turno con la debacle del PAN en Yucatán: perdió la gubernatura, el Congreso estatal, la mayoría de los municipios y es posible que hasta la Capital Mérida, porque ello traerá aparejada la no reelección de su enemigo público número uno, el foxista Manuel Espino Barrientos en la Presidencia del Nacional del PAN. Y dos sobrinas vengaron al tío, Víctor Cervera Pacheco: la triunfadora, denlo por hecho, la gobernadora electa, la priísta Ivonne Ortega Pacheco y la ex candidata, Ana Rosa Payán Cervera.

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