FALTA DE CAPACIDAD

Por Teodoro Rentería Arróyave
3 de noviembre de 2008

Por primera vez aceptó el ex candidato presidencial de la Alianza para el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, que les faltó capacidad de organización a su movimiento en las elecciones de 2006 con lo cual dejó de buscar culpas ajenas.

“Nos robaron la Presidencia porque es una mafia, pero se valieron de que nos faltó organización”, trató de justificar el tabasqueño, después de que ya había lanzado su mea culpa. Todo lo anterior ocurrió al encabezar el primer mitin de protesta de su cruzada en defensa de la economía popular.

Esta actitud nueva en el tabasqueño es de destacarse, porque en ese proceso que finalmente las autoridades electorales le dieron el triunfo al actual primer mandatario, Felipe Calderón Hinojosa, se han barajado una serie de argumentos en contra de todo y de todas las fuerzas políticas ajenas a los partidos que integraron la Alianza para el Bien de Todos.

No obstante que López Obrador a mitad de la campaña había logrado una distancia de su más cercano contrincante de 16 puntos porcentuales la misma se cayó forma paulatina alarmante para todos los electores que creían en su candidatura, no para el círculo cerrado de sus estrategas.

Los analistas de prensa, empezamos a dar cuenta de ello; sin embargo la soberbia de ese círculo que se componía de miembros de los tres partidos, de Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia, además del propio López Obrador, no los movió ni siquiera a la preocupación, mucho menos a prender los focos rojos.

Después de esa actitud a todas luces incomprensible vino aquella frase desafortunada de “cállate chachalaca”, espetada por el candidato de la izquierda y dirigida al entonces huésped de Los Pinos, Vicente Fox Quesada.

Esto provocó el efecto boomerang; los futuros electores, sobre todos los indecisos, que en muchas ocasiones son los que deciden en las urnas al triunfador, empezaron a dudar del candidato de izquierda. ¿Cómo podrían colocar en la Presidencia de la República a un sujeto que hacía gala de un lenguaje tan pedestre.

A todo esto habría que agregar, para explicarnos el fenómeno de la disminución brutal de los votos a favor de López Obrador, que los tres mencionados partidos no pudieron cubrir la representatividad al cien por ciento de las casillas el día de la elección.

La concentración, donde el de Nacajuca, aceptó la culpa sin dejar de repartir responsabilidades, fue en el mitin de protesta de su cruzada en defensa de la economía popular, en la cual también afirmó que se avecinan para el país épocas difíciles. “Viene lo peor; todo indica que las cosas van a empeorar y a nosotros nos corresponde hacer esa labor de información, orientación y de defensa de la economía popular”. El gobierno federal está tratando de manipular los hechos: “Saben que se viene un huracán y ni siquiera están dando aviso”, concluyó.

Como están la cosas y después de que Jesús Ortega Martínez asumiera la presidencia del Partido de la Revolución Democrática, sin haber sido el candidato del tabasqueño, es bueno precisamente para el movimiento de izquierda que se inicie el reconocimiento de los errores cometidos.

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