ENSEÑANZA PERIODÍSTICA

Por Teodoro Rentería Arróyave
2 de julio de 2008

A veces ocurre que cuando pergeñamos este Comentario a Tiempo sufrimos de sentimientos opuestos; es el caso de la gran enseñanza para todos los comunicadores del mundo por parte del Colegio de Periodistas de Chile, al pedir perdón a los familiares de la víctimas de la dictadura castrense y al pueblo en general, por la falta de ética y profesionalismo de un puñado de sus agremiados que manipularon las informaciones de esos años aciagos.

Orgullo por los colegas chilenos que tuvieron el valor moral de ofrecer disculpas públicamente, y vergüenza de que eso no ocurra en mi país. La matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 va a cumplir 40 años, y no ha salido ninguna institución, ningún dueño de medios y ningún periodista involucrado no sólo en la manipulación sino en el ocultamiento de lo ocurrido, a pedir perdón porque prevalece su falta de ética profesional.

Prácticamente todos los diarios, las televisoras y algunas radiodifusoras de la capital de la República y de todo el país, disimularon las informaciones que enlutaron cientos de hogares mexicanos. En las hemerotecas se encuentran las pruebas fehacientes y por tanto inocultables de nuestra afirmación, la prensa no pública fotografía sangrienta alguna y la televisora no transmitió lo filmado. Hasta ahora pequeñas tomas de lo captado por el valiente camarógrafo de Telesistema Mexicano, Saúl López, han empezada a ser transmitidas en programas especiales.

Con la radio no pudieron los censores oficiales, por su torpeza, cuando querían dar sus vergonzantes órdenes, casi siempre por la noche, ya las terribles noticias las habíamos difundido; por eso mismo fuimos detenidos y advertidos por personal insignificante de la Secretaria de Gobernación, Ministerio del Interior, se le conoce en otras naciones.

Como siempre el muy estimado, valiente y reconocido colega, Ernesto Carmona nos ha hecho llegar la información. El mismo actuó como moderador del acto de desagravio.

Una nutrida concurrencia de medios informativos y familiares de las víctimas presencio la inédita ceremonia en que el Colegio de Periodistas de Chile pidió perdón por los reporteros que, en 1975, ayudaron a disfrazar como “enfrentamientos” los asesinatos de 125 personas en los casos “Rinconada de Maipú” y “Operación Colombo”.

Los ocho periodistas involucrados en las mentiras fueron sancionados en diferente grado, incluso con expulsión. En el caso Rinconada, los periodistas sancionados con suspensión temporal de su colegiatura y censura pública fueron Claudio Sánchez, quien en 1975 trabajaba en el Canal 13 de la Pontificia Universidad Católica; Julio López Blanco, Roberto Araya -el único expulsado-, Vicente Pérez Zurita y Manfredo Mayol, todos de Televisión Nacional TVN-Canal 7

Por la difusión de noticias falsas en la Operación Colombo fueron suspendidos y censurados públicamente los ex directores de medios Fernando Díaz Palma, de Las Últimas Noticias, de la cadena El Mercurio; y Alberto Guerrero Espinoza, de La Tercera; y la periodista Beatriz Undurraga Gómez, de El Mercurio. Por haber fallecido, se declaró no imputables a los directores de El Mercurio, René Silva Espejo, y del vespertino La Segunda -también de El Mercurio-, Mario Carneyro. Los familiares también acusaron a la periodista de El Mercurio Mercedes Garrido Garrido, pero el tribunal la absolvió porque no pudo probar su culpabilidad.

El Colegio reconoció que no estuvo a la altura de las circunstancias ni de las demandas de información veraz de la ciudadanía durante los 17 años de dictadura; su presidente, Luis Conejeros dijo que "la impecabilidad de nuestro Tribunal Metropolitano como del Tribunal Nacional ha sido una vez más respaldada y reconocida, ahora por la Corte de Apelaciones de Santiago". Añadió que las instancias éticas institucionales "no juzgan personas, juzgan hechos, y en sus casos, por estos juicios dicen que algunos de los nuestros abandonaron la esencia del periodismo. Por decirlo de algún modo, dejaron de servir al periodismo, a la verdad, a la libertad, a la humanidad, para servir a otros amos. En ese tiempo, dicen los tribunales, el Colegio dejó de estar del lado de ustedes. Por eso hemos venido a pedirles perdón. Por eso les ofrecemos nuestras excusas públicamente".

Isabel Gallardo, familiar de tres de las seis víctimas de La Rinconada, expresó con emoción no reprimida: “Hoy comprendemos ¡qué distintas! pudieron haber sido las cosas, si aquellos periodistas, en esos momentos, hubieran usado todos esos medios todos esos recursos para decir la verdad. La verdad de los terribles hechos de represión que sufrimos no sólo en este caso, sino también en un espectro más amplio, como pueblo chileno, durante 17 años de dictadura militar”.

Que gran y significativa enseñanza del Colegio de Periodistas de Chile, destacamos las palabras de Isabel Gallardo, porque si el periodista falta a su ética y a su profesionalismo, cambia para mal el rumbo de la historia, traiciona a la sociedad a la que se debe, traiciona a la verdad a la que juró servir y se traiciona así mismo.
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