GUERRA SUCIA

Por Teodoro Rentería Arróyave
27 de febrero de 2007.

Aunque la declaración de Ricardo Monreal Ávila, presidente del Partido de la Revolución Democrática es de darle la vuelta a la hoja en el incidente de agresiones masivas a los líderes parlamentarios del propio Sol Azteca, senador Carlos Navarrete Prida y diputado Javier González Garza, la verdadera decisión es en el sentido de que la dirigencia del PRD, se haga cargo de las investigaciones de ese acto absurdo que coloca al partido de izquierda nuevamente en el contexto de la violencia y la intolerancia.

Fueron más de tres horas de reunión con el líder Andrés Manuel López Obrador para llegar a esos acuerdos, y uno más de mayor relevancia, consistente en el exhorto por parte de la Convención Nacional Democrática y el Frente Amplio Progresista a la serenidad, a la tolerancia y el respeto. Esto es de especial preeminencia porque México merece un partido de izquierda, fuerte y unido.

Claro que las declaraciones al respecto fueron de tal magnitud, que no podría pensarse en una reacción diferente a las que estamos observando para bien de ese movimiento de avanzada que debería marcar la pauta del futuro de nuestras naciones.

Existe una guerra sucia que pretende dividir al perredismo entre leales y traidores, reconoció el senador perredista, Carlos Navarrete, quien exigió a Andrés Manuel López Obrador, castigar enérgicamente la agresión en su contra y de Javier González Garza, ocurrida durante su discurso en defensa del petróleo.

Revisar de quién está rodeado, es el llamado que hizo por su parte el diputado perredista Javier González Garza, a Andrés Manuel López Obrador, porque estos demuestran fanatismo político, lo que provoca que se agudice aún más la elección interna del partido,

La intolerancia y la violencia no caben en quienes pretenden tener una posición democrática, afirmo por su parte el líder moral indiscutible del perredismo, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien lamentó las agresiones hechas contra líderes perredistas del Senado y de la Cámara de Diputados.

De mentiroso, bravucón y fanfarrón calificó el senador panista y Secretario de la Comisión de Energía en el Senado de la Republica, Rubén Camarillo, a Andrés Manuel López Obrador, luego de su discurso en el que aseguró que si hay Reforma Energética podría haber violencia. El legislador panista confió en que los ciudadanos se darán cuenta de que es un falso debate el tema de la privatización.

Lo importante en este bochornoso caso, al contrario de los otros, es el muy destacado y significado de que López Obrador demostró flexibilidad y congruencia. Que esta conciliación sirva o sea el principio para desechar toda guerra sucia y al fin México cuente con un partido de izquierda, como lo merece, fuerte y unido.

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