TARDIO LLAMADO A LA UNIDAD

Por Teodoro Rentería Arróyave
3 de septiembre de 2010



Un tardío llamado a la unidad, que nunca jamás había hecho, lanzó el Presidente Felipe Calderón Hinojosa en su ya tradicional mensaje, en ésta ocasión con motivo de su IV Informe de Gobierno, después de que se acabó y para siempre el “Día del Presidente” que se celebraba cada 1 de septiembre en reunión de Congreso General y en el Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, que se supone es la tribuna más alta de la nación.

A la reunión que se llevó a cabo, con toda la parafernalia de estos casos, en el patio central de Palacio Nacional asistimos más de dos mil personas.

¿Por qué asistimos?, porque por primera vez este periodista crítico en cuatro años de Calderonismo fue invitado a uno de esos sus actos públicos. Ya antes habíamos consignado que había una clara apertura con la invitación a la Secretaría de Gobernación con motivo de la presencia de los relatores de Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, que estuvieron en México, para conocer la situación dramática en que se desenvuelve en nuestro país el gremio periodístico.

Sin embargo, hay que insistir en que no obstante que dedicó la mayor parte de su mensaje al tema de la seguridad pública, mejor dicho a la inseguridad pública nacional, no le mereció al Jefe del Ejecutivo enviar un mensaje cuando menos de solidaridad o de aliento al gremio que sufre el luto de 111 colegas asesinados y la incertidumbre de 12 que permanecen desaparecidos. Eso sí, en todos los documentos, en todos los boletines y en lo particular el mandatario federal se refirió a los comunicadores y en especial a los líderes de opinión.

En esto tiene algo que ver la salida de Maximiliano Cortazar y la llegada a la titularidad de Comunicación Social de Presidencia de Alejandra Sota.

Después de convocar al Congreso de la Unión a un diálogo para revisar posiciones y trabajar juntos en una reforma política que privilegie a los ciudadanos, envió su mensaje de unidad, al expresar que sólo unidos prosperaremos porque esa es la lección de la historia y sostener que ha llegado “la hora del cambio para México”.

Sorprendió, cuando varias veces se refirió a las tres grandes etapas que han marcado la historia y el destino de México. Hablo de Hidalgo, de Morelos y de Allende al referirse a la Revolución de Independencia; al gran Juárez, el padre de la Reforma, y admírense estimados radioescuchas y lectores, mencionó a Madero pero también al líder agrarista por antonomasia, Emiliano Zapata.

En un discurso que duró aproximadamente una hora veinticinco minutos y en el cual consumió como cuatro vasos de agua, a cada sorbo que daba fue aprovechado por sus seguidores para aplaudirle a veces con estruendo; pero es de tomarse en cuenta que ninguno de esos aplausos que se repetían cuando daba cuenta de lo que consideraba aciertos de sus gestión, fue tan fuerte como el que se le rindió a las fuerzas armadas del país, en forma especial a los soldados caídos en el cumplimiento de su deber. Algunos exagerados quisieron que los imitaran poniéndose de pie, avergonzados porque nadie lo siguió, tuvieron que volverse a apoltronar en sus sillas plegadizas.

Tres puntos marcaron el discurso de Calderón: el llamado a la unidad con la petición de que al fin se logre legislar sobre la Reforma Política; el desarrollo y el empleo, renglón en el que presumió de que como nunca se habían creado 632 mil plazas nuevas según informes del Instituto Mexicano del Seguro Social; esperemos que no lo corrija como ha sucedido antes el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, y el tercero, referente a la seguridad nacional donde dio a conocer lo que él considera sus cifras más espectaculares.

A saber: la detención de cuando menos 7 de los más peligrosos capos de la droga; 2 de los cuales murieron abatidos; 34 mil 515 arrestos; el decomiso de 34 mil armas; 2.7 millones de municiones; 2 mil 500 granadas; 72 millones de dólares, 133 millones de pesos, 12 mil unidades terrestres, 60 marítimos y 76 aéreos.

Buen dinero que debe canalizarse a la educación, la cultura y el deporte como se lo prometió al Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, doctor José Narro Robles, después del que el humanista le dijo que esa era la única vía segura para enfrentar con seguridad al crimen organizado.

En fin, un mensaje de cifras y buenas intenciones en el que repetimos destaca su llamado a la unidad. Esperemos que cumpla el compromiso en ese sentido: de que ha llegado “la hora del cambio para México”.

Periodista y escritor. En teodoro@libertas.com.mx y felapvicemex@hotmail.com agradeceré sus comentarios y críticas. En vivo, de lunes a viernes a las 20:00 horas, tiempo del centro, en las frecuencias en toda la República de Grupo Radio Fórmula. En la ciudad de México, en el 14 70 de A. M. Le invitamos a visitar: http://www.felap.info/, http://www.ciap-felap.org/, http://www.fapermex.com/, http://www.clubprimeraplana.com.mx/