SALVEMOS A NUESTROS HIJOS

Por Teodoro Rentería Arróyave
21 de enero de 2010

Ganada en parte la lucha en contra de un régimen policíaco que pretende imponernos a todos los mexicanos una Cédula de Identidad Ciudadana Biométrica, que es simple y llanamente un instrumento de control, puesto que al desistirse de tal aberración el propio presidente Felipe Calderón Hinojosa, anuncia que la misma se aplicará sólo a los niños desde su nacimiento hasta los 18 años.

En efecto, la secretaría de Gobernación no ceja y ante el fracaso anterior ahora anuncia, sin rubor alguno, que el gobierno expedirá una cédula de identidad para menores de 18 años y residentes en el extranjero, ya que acordó con el Instituto Federal Electoral, IFE, que la credencial de elector sea el único documento de identificación oficial para mexicanos mayores de edad.

Si a lo anterior le agregamos la “Indigencia Educativa” a la que son sometidos en forma especial los menores de edad, todos, absolutamente todos tenemos que emprender desde este momento que la batalla por nuestros hijos, por los hijos de nuestros hijos, por las nuevas generaciones tiene que ser inminente, implacable y valiente.

Vergonzante en verdad es saber que México sufre de “indigencia educativa”, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, que coloca al país en el quinto lugar en América Latina en índice de niños sin escolarizar.

El documento conocido como “Seguimiento de Educación para Todos en el Mundo 2010” del organismo mundial, refiere que 2 millones 153 mil niños y jóvenes viven en condiciones de “penuria” o “indigencia educativa”.

Precisa que 109 mil mexicanos viven en condición de “indigencia educativa”, es decir, nunca han asistido a la escuela pese a tener la edad para hacerlo; y poco más de 2 millones de niños y jóvenes se ubican en “penuria educativa”, esto significa que tienen menos de cuatro años de escolaridad.

El reporte revela que en los últimos ocho años de gobiernos panistas el número de mexicanos que vive en la “indigencia educativa” aumentó de 55 mil a 109 mil, es decir, casi se duplicó.

Las cifras del informe refieren que las condiciones de los 109 mil niños sin escolarizar, es decir, los “indigentes de la educación”, hacen que México ocupe el quinto lugar entre los 19 países de América Latina, superado sólo por República Dominicana, 195 mil niños y Venezuela con igual número; pero peor que Bolivia, 70 mil, Guatemala, 69 mil y Honduras, 66 mil.

Así están de crudas las cosas en la realidad mexicana y eso que no nos referimos a los problemas económicos y sociales, y no obstante ello el presidente se dedica en Los Pinos a jugar a la guerra de los pasteles con el humillado Miguel Yunes Linares, director general del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, y otros funcionarios. Salvemos a nuestros hijos.

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