MIEDO O CHANTAJE

Por Teodoro Rentería Arróyave
9 de enero de 2008


A mi estimada amiga y respetada colega, Carmen Aristegui, con comprometida solidaridad.



La cifra es verdaderamente grotesca por exagerada: 55 mil millones de dólares gastó Estados Unidos en servicios de espionaje en el último año del ejercicio fiscal que concluyó en septiembre del recién terminado 2007. Gasto ignominioso dedicado en forma determinada a violentar los más elevados derechos, los humanos.



Dicha cantidad representa casi el 6 por ciento del presupuesto conjunto del gasto federal y del Departamento de Defensa aprobado por la Cámara de Representantes, para el ejercicio de dos mil ocho, y en comparación con México, se llevaría casi la cuarta parte del presupuesto federal sancionado por la Cámara de Diputados.



Bien a bien no se sabe si dicho enorme gasto al espionaje lo realice el Gobierno estadounidense por seguridad, por miedo, por negocios o por un sistema muy bien regulado para mantener al pueblo de la gran potencia en una especie de permanente compulsión, amenaza o chantaje moral.


En efecto, el presupuesto de Estados Unidos para el ejercicio que comienza es de 515 mil 700 millones de dólares al gasto federal, más 480 mil millones al Departamento de Defensa, lo que hace un total de 895 mil 700 millones de dólares. El de México es de 2 billones 569 mil 450 millones de pesos, es decir, aproximadamente 233 mil 586 millones de pesos.


A números cerrados, el espionaje en Estados Unidos se lleva el 5.52 por ciento del presupuesto total, pero se dobla sólo tomando como referencia el gasto federal, ya que se destina el 10.66 por ciento. En comparación con México, el porcentaje es del 23.54 por ciento de nuestro presupuesto federal



Es la primera vez que se revelan tales cifras y se deben a las presiones que han ejercido algunos sectores de la sociedad. Fue el director nacional de Inteligencia, Mike McConnel, quien informó que Estados Unidos destinó casi 44 mil millones de dólares a sus principales servicios de espionaje en el año fiscal 2007, que concluyó el 30 de septiembre último, y puntualizó que nunca antes se había alcanzado dicha estratosférica cifra en la administración del presidente, George W. Bush, ni en ejercicios anteriores.



Desde que el presidente Bush llegó al poder en enero del 2001, es la primera vez que se divulga la cifra asignada al aparato de espionaje. Se puntualizó en el comunicado correspondiente



Este multimillonario presupuesto revelado por McConnel incluye los fondos destinados a la Agencia Central de Inteligencia, CIA; al Buró Federal de Investigaciones, FBI; a la Agencia Nacional de Seguridad, a la Agencia de Inteligencia de Defensa y otros aparatos del Pentágono.



En estimaciones de medios de esa nación, el gasto del cual dio cuenta McConnel, representa aproximadamente el 80 por ciento del total de Estados Unidos en operaciones secretas. El otro 20 por ciento lo emplean las Fuerzas Armadas, también en operaciones de inteligencia.



Con la anterior aclaración, el gasto al espionaje se aumenta a 55 mil millones, cifra ésta que hemos tomado para exponer los porcentajes y las comparaciones en relación con los presupuestos nacionales de Estados Unidos y México.


La pregunta en consecuencia es válida ante la desmesura del gasto para el espionaje, y por lo tanto para violentar los derechos humanos en el mundo: ¿El Gobierno estadounidense lo realiza por seguridad, por miedo, por negocios o por un sistema muy bien regulado para mantener al pueblo de la gran potencia en una especie de permanente compulsión, amenaza o chantaje moral?



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