¡QUÉ MARIDAJE!

Por Teodoro Rentería Arróyave
23 de marzo de 2011



De acuerdo con Jesús Zambrano Grijalva, no hay divorcio en la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática, PRD, lo que quiere decir o se supone que existe un maridaje, ¡pero qué maridaje! con su antagónica secretaria general, Dolores Padierna Luna.

Existen discrepancias al interior del PRD, pero no divorcios, explica su flamante presidente nacional, Chucho Zambrano, luego de rechazar las declaraciones de la también recién electa secretaria general de ese partido, Dolores Padierna, quien lo acusó de alta traición por seguir adelante con la consulta ciudadana para ir en alianza con el Partido Acción Nacional en la elección a gobernador en el Estado de México.

La acusación no es poca cosa, señala a su presidente de traidor, porque de acuerdo al mandato de Manuel Camacho Solís y de su pupilo Marcelo Ebrard Casaubón y su adlátere Jesús Ortega Martínez, el verdadero maridaje electoral se constituye entre las dirigencias, no entre los partidos, para precisar: entre el los jefes del PRD y el presidente, Felipe Calderón Hinojosa.

Van a una consulta, de acuerdo, pero todos sabemos que las consultas públicas son imprevisibles, responden a un estado de ánimo del electorado y a una bien calculada campaña publicitaria. También, de acuerdo, ese es el costo de la democracia.

Quien sostenga lo contrario es un lego en estos menesteres o peca de inocente. Una sola frase puede cambiar el ánimo de los electores. Recordemos: “Ya ganamos”, “Hoy, hoy, hoy” y es “Un peligro para México” marcaron la intromisión de la derecha, del panismo en dos sucesivos y desastrosos sexenios.

La campaña ahora es similar, sobre la base de “evitemos el regreso del pasado”, en referencia al Partido Revolucionario Institucional, PRI, es la estrategia que puede triunfar, si el propio tricolor no aprovecha las ondas y profundas divisiones internas del PRD y del PAN.

El maridaje está marcado por dos corrientes opuestas, disímbolas: la que encabeza Manuel Camacho Solís, su pupilo, Marcelo Ebrard Casaubón y sus dos nuevos discípulos, Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva.

La otra es la que mantiene enhiesta, Andrés Manuel López Obrador, congruente con los principios e ideología del partido de izquierda, que por sentido común no puede ir en alianza con la derecha que por ahora detenta el poder, en base como lo han denunciado siempre, en el robo de la elección de 2006.

No a las alianzas, si a las alianzas, esa es la disyuntiva, que más allá de la consulta electoral, decidirán los jerarcas del los dos partidos antagónicos: el de la derecha y el de la izquierda, los cuales no han tomado en cuenta que ya se les atravesó la cónyuge incomoda, la lopezobradorista, Dolores Padierna: ¡Que dolor de cabeza para los aliancistas antinaturas!

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