EXTREMISTAS

Por Teodoro Rentería Arróyave
8 de octubre de 2009


Aunque el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón declare que le vale la amenaza de juicio político en relación con el diferendo que sostiene con el ahora nulificado oficialmente como secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza, es de señalarse que a nadie convienen las posiciones extremas y menos en estas etapas de crisis recurrentes.

Las declaraciones de todos los actores políticos del conflicto y de los que suman al mismo son en verdad belicosas, con la cual no dejan margen para lo que debería ser actitud permanente, es decir la disposición al diálogo y a la negociación, puesto que son apremios entre mexicanos.

Demos una repasada a esas posiciones para saber de qué estamos ablando y aprovechemos para decir que lo que no se vale es que en no pocos medios aticen el pleito: Martín Esparza denuncia la intervención de César Nava, actual dirigente del Partido Acción Nacional, cuando fue secretario particular de presidente Felipe Calderón Hinojosa, en el proceso electoral interno del organismo laboral, lo acusa de haber financiado a la disidencia con más de 60 millones y anunció movilizaciones y reiteró que para los trabajadores electricistas él es el dirigente sindical.

Rechaza por su parte el senador panista Gustavo Madero, la acusación de Martín Esparza de que el líder panista Cesar Nava financió a sus opositores e intervino en la elección interna del Sindicato. Gustavo Madero, aseguró que mete las manos al fuego por Cesar Nava.

Sin importar el bando de oficiales o independientes, diputados federales que también son líderes obreros coinciden en exigir respeto del gobierno federal a la autonomía sindical de los electricistas. Incluso Francisco Hernández Juárez, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores, UNT, y renunciante secretario general del Sindicato de los Telefonistas de la República Mexicana, quien tenía fobias contra este gremio, anuncia que los telefonistas apoyarán las acciones que decidan los del SME, incluyendo las marchas.

El gobierno federal no cederá a las presiones del sindicato mexicano de electricistas ni dará marcha atrás a la decisión de no otorgar la toma de nota a Martín Esparza como dirigente del SME afirmó tajante el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón al advertir que si los trabajadores se extralimitan habrá se llegará hasta la requisa de la empresa.

El diputado petista, Porfirio Muños Ledo llega al extremo de exigir la renuncia de Javier Lozano Alarcón y por el contrario el gobierno capitalino, mesurado, hace un llamado a los electricistas para que con sus movilizaciones no perjudiquen las instalaciones estratégicas y la vida cotidiana de la ciudad de México.

Estamos en momentos realmente difíciles, los actores del conflicto, sobre todo los que tienen poder de decisión, debería reflexionar sobre las consecuencias desastrosas que una situación pueden provocar al país. Los pleitos entre mexicanos no se valen.

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