EL AMIGO INMORTAL

Por Teodoro Rentería Arróyave
3 de febrero de 2011



El homenaje póstumo al laureado y reconocido periodistas y entrañable amigo, Raúl Durán Cárdenas que le rindió el gremio organizado: Club Primera Plana, CPP; Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-MÉXICO, se llevó a cabo en nuestra sede, por primera vez en su historia cincuentenaria con urna –cenizas-, presente.

Después de las guardias de amigos y familiares, el presidente del Club, Raúl Gómez Espinosa al igual que el autor dirigimos sendas y sentidas oraciones fúnebres. Raúl, se refirió a los cientos de pésame que recibimos, inclusive, del extranjero, por ello, queremos dejar este espacio a la pronunciada por el amigo chino, Wu Yongheng, director para México y América Latina de la Revista “China Hoy”:

“Fue el último día del año 2010. Fui a mi nueva oficina ubicada en Paseo de la Reforma cerca del monumento de la Independencia. Como estábamos entre dos fiestas: la de Navidad y la del Año Nuevo, todo parecía muy tranquilo. La avenida más bulliciosa de la capital amaneció con menos coches y el Ángel se veía más apacible y solemne.

Comencé a revisar los correos. De repente una nota saltó a mi vista “COMENTARIO A TIEMPO”, no la borré, porque llevaba el nombre de Teodoro Rentería Arróyave. Al leer la nota me sentí asestado por un golpe duro, pues la misma decía: “AMIGAS Y AMIGOS COLEGAS: EL GRAN AMIGO, RAÚL DURÁN CÁRDENAS PARTIÓ AL INFINITO.”

Me quedé casi inmovilizado y perdí la noción de lo que estaba leyendo. Mi español es pobre, pero suficiente para entender perfectamente lo que estaba anunciando en su nota el maestro Teodoro. Me enteré de que lo que expresaba la frase “el gran amigo Raúl Durán Cárdenas partió al infinito” significaba la desaparición física del homenajeado.

No lo creía y hasta hoy no lo quería creer. Es increíble. Dudando de mi español, inmediatamente marqué a Chihuahua para comunicarme con Roberto Piñón. El me confirmó la mala noticia y me recomendó hablar con el maestro Teodoro.

Ya no podía contenerme y rompí en un sollozo. Conversé con el maestro quien se encontraba en Mazatlán. La plática fue breve y se realizó en tristeza pues sentíamos de un lado al otro, que estábamos hablando con lágrimas.

Me puse en el sillón y me puse a meditar y reflexionar sobre los momentos compartidos con nuestro gran amigo, que ya descansa en paz.

Me acordé de cuando lo conocí en la comida que nos ofreció el maestro Teodoro en la Hostería de Santo Domingo. El maestro me lo presentó diciendo que “Raúl Durán es Presidente del Club Primera Plana, ha visitado varias veces a China y se ha convertido en un amigo de su país.”

Como si estuviera pasando una película en mi mente, las imágenes de Raúl Durán aparecían, se soldaban ante mis ojos.

Recordé de los viajes que hicimos juntos, en las dos ocasiones que atendimos delegaciones chinas, en 2008 y 2010. Fuimos a Cancún, Mérida, Barranca del Cobre, Cuernavaca y Acapulco.

Recordé que fue él quien me presentó a Roberto Piñón en el aeropuerto de Toluca cuando íbamos a abordar el avión que nos llevaba a Cancún.

Recordé que nosotros dos solos, fuimos a Chihuahua para asistir a la ceremonia de entrega de premios a los mejores periodistas del estado chihuahuense.

Fue un periodista de alta reputación. Me contaba que inició su carrera en Chihuahua y luego se trasladó al Distrito Federal. Ejerció cargos de jefe de redacción de varios periódicos prominentes de la capital. Ganó respeto de los colegas como el decano de los decanos de la profesión.

Fue un gran organizador y luchador de los gremios. A pesar de su edad, desde que lo conocí, seguía luchando por los derechos y beneficios de los hombres de la prensa. Defendió hasta la última instancia de su vida la libertad de prensa.

Fue un académico y erudito sabio y talentoso. Para mí era una enciclopedia viviente y aprendí mucho de él. Me explicaba, como si tratara a un alumno de primaria, porqué llaman a los Tarahumaras “pies ligeros” y cómo funciona el mecanismo del IFE. Con mucha paciencia y mucho detalle, me inculcó la idiosincrasia mexicana e ilustró mi mentalidad.

Fue un hermano mayor que atendía y cuidaba mucho al prójimo. En la fiesta del 52 aniversario del Club Primera Plana, él me invitó a compartir su mesa y me presentó a su señora esposa, Doña Lupita y su hija Karina. Y en cada uno de estos encuentros, siempre fue Raúl Durán el primero que se me acercaba para ubicarme y acompañarme.

Una vez comentando las infamias contra China que corrían en la prensa, decía “el avance del país oriental ya es incontenible y su marcha no se detendrá”. “La satanización de China nada más revela una expresión de miedo y desesperación”.

Otra vez, le pregunté sobre el resultado de la investigación del avionazo en que murió el Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, me contestó lacónicamente que en este país todavía había muchos casos inconclusos desde la misteriosa muerte de Catalina Xuárez, La Marcada, esposa de Hernán Cortés, hasta hoy.

Ya se nos fue el señor, el colega, el amigo, el hermano mayor y maestro. La última vez que estuvimos juntos fue el 15 de diciembre del año 2010 en la fiesta de fin de año de la revista China Hoy.

Whisky y cigarrillo, sus dos aficiones que el disfrutaba mucho. Recuerdo que él acostumbraba a levantarse y salir a fumar. Yo le decía Don Raúl coma y no fume tanto. El me respondía con una sonrisa sin ninguna molestia.

Recuerdo que en aquel día el maestro Teodoro, Raúl Durán, Raúl Gómez, Doña Hilda Luisa y otros amigos del Club se quedaron hasta el último momento en testimonio de solidaridad e intimidad. Tuve que salir un momento de la mesa y cuando regresé se había ido el grupo. Perdí la oportunidad de despedirme de los mejores amigos y más perdí para siempre la oportunidad de despedir a Don Raúl. Así fue nuestra despedida de vida.

Raúl Durán no fue un hombre grande de tamaño, pero si, grande en espíritu, conocimiento, educación y conciencia cívica.

Tenía el mismo corazón que nosotros, pero más generoso y bondadoso, y por eso abarcaba y toleraba más cosas que nosotros.

Tenía los mismos ojos que nosotros, pero con vista más visionaria e inteligente, por eso veía y enfocaba mejor las cosas que nosotros.

Tenía los mismos hombros que nosotros, pero más firmes y amplios, por eso cargaba mayor responsabilidad que nosotros.

Fue un hombre igual como nosotros, como cualquier ser humano, pero él hizo muchas cosas que nosotros no hemos realizado o ni hemos siquiera pretendido hacer, por eso él fue un hombre noble, valiente y exitoso.

Para terminar, me tomo la libertad de citar al maestro Teodoro en su COMENTARIO A TIEMPO del viernes 31 de diciembre de 2010:

“Raúl Durán Cárdenas: A ti por haberme permitido conocerte, porque además de amigos nos hicimos hermanos. Tu partida física, estoy seguro, la sanará el recuerdo de tantos años de vivencias, tu categoría de respetado y reconocido periodista, tu sabiduría de hombre de bien, la majestuosidad de tu intelecto y por nuestras comunes luchas gremiales. A tu querida esposa Lupita, a tu adorada hija Karina, a tu hermana La Güera, a todos tus demás familiares y amigos el fraternal abrazo de quien siempre te tendrá presente. In Memoriam.”

¡Gloria eterna al colega, amigo, hermano y maestro Raúl Durán Cárdenas! ¡El amigo inmortal!

Periodista y escritor. En teodoro@libertas.com.mx y felapvicemex@hotmail.com agradeceré sus comentarios y críticas. En vivo, de lunes a viernes a las 20:00 horas, tiempo del centro, en las frecuencias en toda la República de Grupo Radio Fórmula. En la ciudad de México, en el 14 70 de A. M. Le invitamos a visitar: http://www.felap.info/, http://www.ciap-felap.org/, http://www.fapermex.mx/, http://www.clubprimeraplana.com.mx/