Comentario a Tiempo
COCHINERO

Por Teodoro Rentería Arróyave
Martes 1 de febrero de 2011



Nadie en su sano juicio puede sentirse, ya no digamos satisfecho, ni siquiera cómodo con el cochinero que representaron las elecciones para la gubernatura del estado de Guerrero, en la cuales como se quiera, las cifras dan como ganador a un priísta sobre otro priísta.

La historia se repite y el Partido Revolucionario Institucional no entiende y muchos menos asimila las lecciones del pasado. El candidato lógico al gobierno del estado de Guerrero, de acuerdo a las encuestas, era el ahora ganador Ángel Heladio Aguirre Rivero, sin embargo y pese a la oposición de figuras tan relevantes como el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, la cúpula priísta se empeñó en Manuel Añorve Baños con los resultados conocidos.

La lección es tan fácil como que los candidatos que voz dejáis los recogerá ipso facto los aliancistas, a los cuales no les importan prendas, sino el poder por el poder mismo; de ahí que ni el pataleo les es dable.

Los únicos que pueden celebrar el triunfo del priísta prestado, Ángel Heladio Aguirre Rivero, son los beneficiarios directos e inventores de estas alianzas antinaturas, donde no licuan sino que hacen una mezcolanza entre derechas e izquierdas que apenas hace unos meses se decían hasta de lo que se iban a morir.

Nos referimos en primer lugar al presidente verdadero del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón Hinojosa y a sus comparsas de izquierda: a los expriístas Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard Casaubón, desde luego en último lugar al todavía presidente del Partido de la Revolución Democrática, Jesús Ortega Martínez.

Existe otro ingrediente: el priísta Aguirre Rivero, quien se erige como triunfador es primo del priísta derrotado, Manuel Añorve Baños. Es decir, este cochinero además de enfermar a nuestra incipiente democracia hiere a una familia.

Ambos candidatos se ofendieron mutuamente, sin embargo lo que es inconcebible es la intromisión de los aparatos de gobierno, tanto federal como del Distrito Federal, a tal grado que en acciones mediática de última hora, que pudieran constituir delitos electorales, fueron filtradas informaciones calumniosas contra Añorve, que luego fueron desmentidas pero el daño ya estaba hecho y se le obligó a declinar al candidato del Partido Acción Nacional, Marco Efrén Parra a favor de Aguirre Rivero.

Los partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista y Panal, han declarado que está en estudio impugnar la Elección. Ya antes, ante el cochinero, el propio Manuel Añorve había declarado que la elección se resolvería en los tribunales. Esa es una de las peores distorsiones de la democracia: que los cochineros en los procesos electorales obliguen a que sean los tribunales y no el pueblo sufragante el que decida las elecciones. Esta no es la democracia que quiere y exige el pueblo de México.

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